Métodos Teológicos

Una página de los/las estudiantes de la materia Métodos Teológicos, I.U. ISEDET, Buenos Aires, Argentina (2008)

Tuesday, April 01, 2008

Karl Barth I


3. (01/4) Karl Barth (La Palabra)
Barth, Bosquejo de Dogmática, pp.15-23.
Barth, Introducción a la Teología Evangélica, pp. 31-79.


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8 Comments:

At 5:14 AM, Blogger Metodos Teologicos said...

Barth y el cristocentrismo

Creo que el texto de Barth, seleccionado para la clase da muchas reacciones, lo cual se hace difícil para un Bartiano o mejor dicho un humilde admirador de su teología.
Una de las críticas que yo le haría a Barth, es su fuerte dependencia con relación a la escritura, al punto de llegar a un biblicismo, que en su caso es un Cristocentrismo. Barth dice que nosotros somos testigos de segunda mano, por que los discípulos profetas etc. son los que han estado mientras se realizaban los acontecimientos, nosotros sólo podemos remitirnos a la Biblia que es nuestra fuente, primera, pero si hoy en día sabemos que la Biblia es un documento elaborado a posterior de muchas experiencias de fe, o los evangelios son el producto de comunidades que le han impregnado su carácter de fe, tiempo posterior , tenemos que decir que, nosotros somos testigos de tercera o cuarta mano.
En esa misma línea él hace un distanciamiento muy grande con las otras ciencias sociales y no le da la importancia que tienen las mismas, cuando hoy sabemos que el estudio de la antropología, de la historia, arqueología, ciencias que hoy nos aportan un montón de datos sobre el contexto en el que se desarrollaron los acontecimientos bíblicos y de los cuales muchas corrientes hoy no pueden dejar de prescindir como los de la tercera búsqueda del Jesús histórico que se nutren de esas fuentes y le dan un gran aporte a la teología, como lo es la corriente de Crossan.
Si me parece importante lo de saber que toda doctrina documento y que todo debe ser criticado a la luz de los evangelios y no ser tomados como verdades absolutas. Que nos movemos en verdades relativa y que nuestro trabajo debe siempre ser expuesto a críticas, y eso debe ser el elemento que nos de tranquilidad, lo cual a veces se hace difícil porque podemos estar cometiendo errores garrafales.
Como resumen: creo que hacer teología desde cualquier método no puede centrarse únicamente en la Biblia, porque sabemos ya que esta es el producto de intencionalidades humanas posteriores al mismo Jesús, en donde entraron en boga un montón de conflictos. Hacer teología es poder saber articular con las miradas que nos aportan las demás ciencias que le dan un salto cualitativo a nuestro quehacer teológico. Hacer teología implica saber que la realidad en la que nos movemos nos llama a responder luego de escuchar la palabra, respuesta que tiene que ser lo más fiel a al Dios que salva, sana restaura, frene los acontecimientos históricos en los cuales nos vemos interpelados, eso Barth lo entendió bien, y supo dar respuesta. Nosotros a partir de Barth debemos ver a que nos llama la realidad a actuar, pero con otro método.
Javier Gross

 
At 5:15 AM, Blogger Metodos Teologicos said...

Bosquejo de Dogmática e Introducción a la Teología Evangélica. Karl Barth

Karl Barth establece la fuente y el hogar primordial de la teología sobre cuatro grandes pilates, a saber: La Palabra, los Testigos, la Comunidad y el Espíritu, sin embargo, el círculo teológico-Tillich- se alimenta de la Palabra de Dios como revelación del hablar y la acción del Logos encarnado Jesucristo. Con respecto a la Palabra de Dios toda teología comprendida como obra humana es tan sólo analogía, especulación-reflejo- y reproducción motivados por el acto creativo de la Revelación de Dios en Jesucristo, la teología evangélica y cualquier teología que sea tal viven de esta revelación y su quehacer es una respuesta agradecida a la Palabra escuchada. La teología evangélica pasee ciertas características específicas debido a su relación con la Palabra. Karl Barth nos recuerda la unidad indivisible del testimonio bíblico que la teología evangélica no puede ni debe violentar si quiere dar razón verdadera del Dios de la Alianza que obra y habla Contenido único de su predicación fundamentada en la auto proclamación de Jesús como Kyrios, Hijo de Dios e Hijo del Hombre, sobre esta postura Barth despliega una crítica a los excesos de la crítica histórica en su insistencia en la persona del Jesús Histórico y la teología existencial de Rudolf Bultmann y su insistencia en el Cristo de la fe o el Kerigma: La teología evangélica comparte con el testimonio profético y apostólico el interés común por la respuesta humana ante la Palabra de Dios. Los testigos bíblicos pensaron, hablaron y escribieron en confrontación directa con la Palabra, la teología y la comunidad posteriores son testigos secundarios y por lo tanto discípulos, pupilos de los apóstoles y profetas que testificaron de la Palabra de Dios revelada en la historia de Israel y la alianza y en la persona de Jesucristo plenitud del pacto de Dios con los hombres.
La postura que Karl Barth asume frente al canón de la Escritura y la pertinencia de aquél para el quehacer de la teología evangélica deja de manifiesto la tensión inherente al trabajo de dos disciplinas teológicas, la teología bíblica y la teología sistemática. La comunidad de fe como la sociedad de personas que fue convocada, capacitada por la Palabra de Dios, cada uno de sus miembros dispuestos a escuchar y aceptar esa Palabra en confianza, reconocimiento y obediencia. La comunidad de fe se ve impelida a proclamar, predicar y testificar la Palabra por el poder de la Palabra misma. Podríamos decir que la comunidad de fe habla y testifica la Palabra de Dios a través de su compromiso político con los más pobres y débiles de la tierra, esto es, sin duda, el rasgo más pertinente de la teología barthiana para el quehacer de la iglesia evangélica hoy. Sin embargo Ante esto sólo nos queda citar la palabra de Karl Barth:” Tan sólo el Espíritu Santo puede ayudar a la teología para que llegue a ser permanentemente sabedora y consciente de lo desdichados que son sus métodos arbritarios para querer controlarle a Él. Tan sólo allá en donde se suspira, se clama y se ora pidiendo al Espíritu Santo, Él de nuevo se hace presente y se encuentra activo.

Liliana Martinez
Abril 6/08

 
At 5:16 AM, Blogger Metodos Teologicos said...

Bosquejo de Dogmática e Introducción a la Teología Evangélica. Karl Barth

I.U. ISEDET
Materia: Métodos Teológicos
Departamento de Teología Sistemática
I semestre 2008
Profesor: Guillermo Hansen
Alumna: Romina Dubs

REACCIÓN CRÍTICA DE LA LECTURA ASIGNADA PARA EL 01-04-08
Bosquejo de Dogmática e Introducción a la Teología Evangélica. Karl Barth

Dos textos de vital importancia teológica, dirigidos al ámbito académico. La teología de Barth es una teología de la revelación, la Escrituras es la fuente y norma de su teología. Una teología que encontró su lugar y su aceptación en un contexto de entreguerras. Esta teología resulta ser una crítica a la tradición liberal, de la cual él proviene.
Del texto “Bosquejo de Dogmática”, rescato el carácter dinámico que Barth le atribuye al dogma y el hacer extensiva la tarea de enseñanza, de testimonio, de predicación, etc. a toda la iglesia y no sólo a los teólogos o a los pastores, hago este comentario sobre todo teniendo en cuenta la época en que escribe, y que muy bien nos viene recordarlo cada tanto en nuestros tiempos presentes.
Pasando al texto de “Teología Evangélica”, en el apartado “el lugar de la teología” se puede notar la preocupación del autor por tratar de resignificar algunos conceptos claves como la Palabra, Testigos, Comunidad, Espíritu, en dónde cada uno ha sido articulado en lo que Barth llamó: Teología Evangélica, importante resaltar que es una teología que se enmarca en la historia. Esta teología pareciera ser la respuesta, a la pregunta constante del autor si ¿hay algo importante o significativo para decir desde el pulpito a los creyentes? Una pregunta tan valida para nuestros días.
Se puede notar en el texto barthiano “Teología Evangélica”, una tensión existente entre una postura conservadora, de carácter bastante extremo por momentos, y una postura totalmente contraria de exhortación a ser movidos por el Ruach, Pneuma, Espíritu; el cual proporciona un movimiento libre, esta imagen del Espíritu que nos lleva y nos trae, a mi ver un tanto desconsonante con lo conservador, por esta razón menciono esta tensión que me parece difícil de imaginármela en la practica.
Un aspecto a criticar del texto de Barth es que el lugar de la teología sólo se encuentra en la iglesia o en la comunidad, quizás poder pensar en abrir las puertas de la iglesia y expandir este lugar, seguramente muchos ya han ampliado el horizonte, pero igualmente me parece un desafío para nuestros poder seguir extendiendo el lugar de la teología, porque aun debe quedar mucho por hacer.

 
At 5:16 AM, Blogger Metodos Teologicos said...

Teología y especulación

(Escribo en .pdf. Entonces copie el contenido de alla. Espero que no perdi nada.)

Si la logía de la teología „no es más que una analogía humana en relación
con aquella palabra y toda su elucidación no más que un reflejo humano
(especulación); su producción, tan solo una reproducción humana“1 , hay que
preguntar, si hay una posibilidad de proteger la teología de una especulación
salvaje.
Primero hay que preguntar y hay que clarificar, que Barth entiende bajo
las palabras „Evangelio“ y „Palabra de Dios“. Aunque él define la palabra
de Dios como Evangelio,2 que significa buena palabra, revelación de Dios en
su obrar, revelación de su mismo, uno solo puede suponer donde termina
la revelación de Dios. Este punto él parece a encontrar en la historia de
„Jesucristo“.3 Como uno tiene que pensar la revelación de Dios antes de
Jesus, no es bien definido. Solamente se sabe, que la historia „habla de un
Dios“, de „la presencia del contratante divino que no falla y de las fallas
del contratante humano“4 . Todo esto queda guardado en forma oculta en la
historia de Jesucristo – según Barth.5
Ahora entonces la primera pregunta: ¿Por qué ya no habla más Dios en la
historia? ¿Cómo se puede limitar Dios y su admitida posibilidad de revelarse
solamente hasta la llegada de Jesus?
Pero hay que seguir cuestionando Barth, en su teoría de los testigos que
él encuentra en las profetas y apóstoles.6 Estos se legitimaron no a sí mismo,
sino – según Barth – por el „Así habla el Señor“7 . Parece que ya el Antiguo
Testamento sabía mejor de la dificultad de distinguir los verdaderos de los
falsos profetas8 . Pero más problemático es la afirmación, que los apóstoles
„no sabían ni hablaban de un ‚Jesús histórico‘ o de un ‚Cristo de la fe‘.“9 Si
claro que no lo llamaron con estos términos de la modernidad, pero que la
cuestión del ser histórico de Jesús ya en el Nuevo Testamento para algunos
testigos no es sin importancia, muestran las distintas teorías, a partir de
cuando se considera a Jesús como „hijo de Dios“.10 Precisamente por eso,
yo no hablaría de la Biblia como „escritos sagrados en virtud de su relación
directa con la obra y palabra de Dios“11 y tampoco de „la palabra de Dios
en el testimonio dado“12 , sino solamente del testimonio, que se dió, creyendo
haber vivido la revelación de Dios y interpretandola.
Pero entonces hay también que cuestionar la frase, que teología es „la pa-
labra que ella escucha y a la cual responde“13 : porque la teología en el caso de
Barth solamente puede escuchar, sí, es evangélica, pero no es necesariamente
cristiana. Si es cristiana, tiene que buscar la revelación de Dios en Jesús. Y
si no quiere restringir a Dios debería contar también con „una“ revelación
afuera de la Biblia. Naturalmente esta busqueda siempre será un intento
humano – y entonces la de Barth rechazada „Antropoteología“14 –, pero
desde mi punto de vista la única posibilidad de no separar fe y conocimiento,
sino usar la fe como prolongación y continuación del conocimiento en vez
de oponer los dos. El paso de la „fides acquisita“ y la „fides historica“ a la
„fides salvifica“ dependería en este caso de la voluntad.

1
p. 43, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica
2
Vease p. 45, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica.
3
Vease p. 45, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica.
4
ambos p. 46, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica
5
Vease p. 49, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica.
6
Vease p. 50, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica.
7
p. 51, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica
8
Vease Dtn. 18,21s; Jer. 23,25.
9
p. 53, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica
10
Vease Rom. 1,4; Marc. 1,10s; Mat. 1,1 y 3,17; Luc.1,32 y Jo. 1,1.14.
11
p. 55, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica
12
p. 59, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica
13
p. 42s, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica
14
p. 39, Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica

 
At 5:17 AM, Blogger Metodos Teologicos said...

Comentario: Barth para el 1. de abril
Marina von Ameln

I.)
Barth en su “Bosquejo de la domática” da una introducción al sentido y al objeto de la dogmática en la teología.
Primero plantea su opinión sobre la dogmática como ciencia que intenta comprender y exponer el objeto de su materia. Según Barth, la dogmática también es una investigación con respecto a un objeto y a un campo de acción.
Después su planteamiento se desarrolla sobre la teología como ciencia, habla sobre el sujeto de la dogmática, la Iglesia Cristiana. Ella representa la colectividad humana a la que se refiere el objeto de la dogmática y al mismo tiempo es el lugar donde éste puede difundirse. Este objeto es la predicación del evangelio.
En alemán Barth titula su texto como “Aufgabe der Dogmatik” que quiere decir: “La función de la dogmática”. Barth entiende la función de la dogmática como la reflexión teologica de la predicación y su posterior transformación en la practica de la tarea pastoral.
La función específica de la teología debe ser realizada en la dogmática. Para mi hay una diferencia entre la intención del texto en alemán y su título en castellano. El castellano usa la palabra “objeto” indicando la función de un sujeto y al mismo tiempo indica el “objeto” en si mismo. Este objeto es el mensaje de evangelio.

En segundo lugar Barth dice que la predicación, así como también la ensenanza, la doctrina y el testimonio de la fe, es la cuestion de la Iglesia eterna, y no sólo de los teólogos y las teólogas, pastoras y pastores. Pero la predicación es más que sólo la misión y el objeto de la iglesia, en ella se nos presenta la palabra de Dios. Barth indica que el anuncio del evangelio es la palabra hablada por Dios, pero al mismo tiempo obra humana. El hombre tiene que responder con su predicación al mensaje de la Biblia. Esta misión es tan fundamental y ecencial que un análisis científico de la teología es necesario e indespensable para que ésto se puede alograr de forma adecuada.
En la traducción del texto en castellano se dice: “una predicación que, al mismo tiempo, no pasará jamás de ser obra humana” (p. 19). En referencia a la construcción de la oración se destaca otro sentido en el texto original. El futuro y el adverbio “jamás” dejan pensar que una predicación nunca puede ser más que una obra humana. Me pregunto, qué papel tiene entonces el Espíritu Santo para la homilia? No hay una predicacón que sea inspirada por el Espíritu? Pero en el texto en alemán, Barth no usa la palabra “jamás” ni el futuro, el simplemente destaca que la homilía es al mismo tiempo palabra hablada por Dios y obra humana, hablada por el predicador.

Además Barth se presenta con una teología protestante, especialmente en el asunto de las Sagradas Escrituras. La Biblia es el fundamento de la dogmática cristiana, ella es la epifanía de Dios. Sólo después puede venir la tradición de los Padres y los escritos confesionales. Barth compara estos testimonios con la autoridad que tienen los padres carnales, que merecen honor y respeto, pero en comparación con la palabra de Dios, su autoridad es relativa, menor.
La iglesia católica tiene tres fundamentos básicos de la dogmática: La Biblia, la tradición y el magisterio.Y aunque no hay nada que diga que la tradición y el magisterio son superiores a la Biblia en la practica cuentan más que la Sagrada Escritura. A mí me parece fundamental que Barth destaque la importancia y singularidad de la Biblia para hacer una teología coherente.
Sólo si la teología es coherente en si misma, puede evitar tanto ataques externos –personas afuera de la iglesia, ateos...- como internos y asegurar las metas cristianas.

 
At 3:28 PM, Blogger Metodos Teologicos said...

Métodos Teológicos -- Clase 01-04. Karl Barth. La Palabra.
Alumno: Rudinei Bischoff.
Profesor: Guillermo Hansen.

En este texto, con sus cinco clases Barth busca determinar el real lugar, papel, sentido de la teología (Evangélica).

En las primeras clases y por ende fundamentales, desarrolla enunciados y frases para determinar a la teología (Evangélica) como ser:
La Palabra: La historia de Emmanuel que comienza en la historia de Israel y culmina en la historia de Jesucristo es la palabra de Dios para todos los hombres de todos los tiempos y de todos los lugares.
Los Testigos: Hay un determinado grupo de personas, los profetas y apóstoles bíblicos, que escucharon aquella palabra directamente en la historia y por eso fueron llamados a ser sus testigos auténticos e investidos de autoridad.
La Comunidad: Por virtud de la palabra dicha a aquellos primeros testigos y puesta en boca de ellos, ha surgido todo un pueblo, los testigos de segunda instancia, también ellos, la comunidad, destinados y autorizados a proclamar la obra y la palabra de Dios en el Mundo.

Todas éstas, conforman una serie de frases para definir el lugar de la Teología: Ciencia del conocimiento de la palabra de Dios proclamada en su obra, la ciencia aprendida en la escuela de la Sagrada Escritura que da testimonio de aquella Palabra de Dios, la ciencia del esfuerzo de la comunidad llamada por la palabra de Dios a responder a la ineludible cuestión de la verdad.
La autoridad en virtud de la cual existe es el poder oculto en esas frases. El poder que está obrando en aquello de que hablan sus enunciados teológicos que describen y explican ese todo, como aquellos que nos atrevimos a formular en las clases anteriores.

Pero, ¿Qué poder soberano es ese? ¿Cómo se llama?
Es algo que flota libre, y eso que flota libre en el aire, es el poder de Dios – Ruah – Pneuma – Spirit – Gaist. ESPIRITU DE DIOS. Y allí donde está el Espíritu del Señor, allí hay Libertad. Eso es lo que hace Dios, el Señor, que es el Espíritu. No son espíritus demoníacos, sino que como obran en la Libertad Divina, crean Libertad Humana.
Por eso no sirve, ni hay teología sin espíritu, pues si así fuera, no seria Teología Evangélica, sino tonta, y de este estado solo podrá salir cuando se entregue y se permita a ese espíritu. Que libera y renueva, y que escudriña todo.

Luego de estos pensamientos, quisiera compartir algunas ideas y pensamientos que me siguen haciendo ruido…

El poder de Dios, a través de su espíritu, crea libertad humana, pero ¿Que pasa con los teólogos que hacen teología no desde el espíritu? ¿Hay otras teologías que no sean del espíritu, o la palabra?
Cómo ven este planteo de la teología de la palabra, o del espíritu como absoluto ¿no es excluyente? Como lo vemos en relación con otras culturas religiosas…

 
At 5:48 AM, Blogger Metodos Teologicos said...

Métodos Teológicos -- Clase 01-04. Karl Barth. La Palabra.
Alumno: Rudinei Bischoff.
Profesor: Guillermo Hansen.

En este texto, con sus cinco clases Barth busca determinar el real lugar, papel, sentido de la teología (Evangélica).

En las primeras clases y por ende fundamentales, desarrolla enunciados y frases para determinar a la teología (Evangélica) como ser:
La Palabra: La historia de Emmanuel que comienza en la historia de Israel y culmina en la historia de Jesucristo es la palabra de Dios para todos los hombres de todos los tiempos y de todos los lugares.
Los Testigos: Hay un determinado grupo de personas, los profetas y apóstoles bíblicos, que escucharon aquella palabra directamente en la historia y por eso fueron llamados a ser sus testigos auténticos e investidos de autoridad.
La Comunidad: Por virtud de la palabra dicha a aquellos primeros testigos y puesta en boca de ellos, ha surgido todo un pueblo, los testigos de segunda instancia, también ellos, la comunidad, destinados y autorizados a proclamar la obra y la palabra de Dios en el Mundo.

Todas éstas, conforman una serie de frases para definir el lugar de la Teología: Ciencia del conocimiento de la palabra de Dios proclamada en su obra, la ciencia aprendida en la escuela de la Sagrada Escritura que da testimonio de aquella Palabra de Dios, la ciencia del esfuerzo de la comunidad llamada por la palabra de Dios a responder a la ineludible cuestión de la verdad.
La autoridad en virtud de la cual existe es el poder oculto en esas frases. El poder que está obrando en aquello de que hablan sus enunciados teológicos que describen y explican ese todo, como aquellos que nos atrevimos a formular en las clases anteriores.

Pero, ¿Qué poder soberano es ese? ¿Cómo se llama?
Es algo que flota libre, y eso que flota libre en el aire, es el poder de Dios – Ruah – Pneuma – Spirit – Gaist. ESPIRITU DE DIOS. Y allí donde está el Espíritu del Señor, allí hay Libertad. Eso es lo que hace Dios, el Señor, que es el Espíritu. No son espíritus demoníacos, sino que como obran en la Libertad Divina, crean Libertad Humana.
Por eso no sirve, ni hay teología sin espíritu, pues si así fuera, no seria Teología Evangélica, sino tonta, y de este estado solo podrá salir cuando se entregue y se permita a ese espíritu. Que libera y renueva, y que escudriña todo.

Luego de estos pensamientos, quisiera compartir algunas ideas y pensamientos que me siguen haciendo ruido…

El poder de Dios, a través de su espíritu, crea libertad humana, pero ¿Que pasa con los teólogos que hacen teología no desde el espíritu? ¿Hay otras teologías que no sean del espíritu, o la palabra?
Cómo ven este planteo de la teología de la palabra, o del espíritu como absoluto ¿no es excluyente? Como lo vemos en relación con otras culturas religiosas…

 
At 1:34 PM, Blogger Metodos Teologicos said...

Reacción crítica a los textos:
BARTH, Karl: Bosquejo de dogmática, 11 – 14. (1947)
BARTH, Karl: Introducción a la teología evangélica, 15 – 27. (1962)


En el primer capítulo del “bosquejo de dogmática” Barth trata el objeto de la dogmática. La define como ciencia cuyo sujeto es la Iglesia y en la qual está reflexionado críticamente el mensaje de esa. Barth plantea el carácter limitado y humano de toda teología y por ende la falibilidad de la dogmática. La ve situada entre exégesis y teología práctica y su vinculación con la iglesia para él es una conditio sine qua non. Aunque esto obviamente no puede significar una dependencia de la iglesia tampoco. La dogmática para él tiene que reflexionar la actualidad de la historia y su significado para hoy, tiene que medir la actividad de la iglesia con las Sagradas Escrituras las que para él tienen una importancia sumamente grande. Las confesiones tienen una significancia inferior a esas y más bien relativa, pero también hay que tenerlas en cuenta en el intento de expresar más exactamente el mensaje de la iglesia, lo cual sería el objeto de la dogmática.

En las primeras cinco clases de la “introducción a la teología” Barth describe más ampliamente semejante temática. El trata de definir el “lugar de la teología”. Para esto aclara que la teología evangélica (en un sentido más literal y de ninguna manera confesional) tiene que tener Dios tanto como contenido como también como origen, o sea la teología evangélica si o si tiene que orientarse en Dios y hablar de su historia y revelación. Enfatiza que Dios actúa con amor para con el ser humano y asimismo provoca el agradecimiento por parte de este. Para Barth cabe destacar la importancia del lo,goj que Dios pronuncia y que el ser humano hay que escuchar y dejarse dirigir por este que es “evangelio”. En esto hay que tener en cuenta también la historia de Dios con su pueblo Israel y la revelación de su palabra en Jesucristo. Un rol importante para esto tienen los primeros testigos cuyo testimonio encontramos en las Sagradas Escrituras. La teología evangélica según Barth siempre tiene que ser teología debajo de la biblia. El lugar de la teología para Barth es la comunidad (palabra que ahora prefriere a “iglesia”) que a su vez está llamada a hacer teología también y dar testimonio de su fe en Dios. Está bien que haya teólogos de cierta manera especializados y trabajando representativamente, pero no se puede negar el llamado de toda la comunidad a ser teolog@s. Por último para Barth es importante también esperar que Dios mismo actúe mediante su espíritu y no impedirselo.

La teología de Barth es una teología de la palabra, se basa en la palabra pronunciada por parte de Dios (en tanto es una teología de la revelación) y testimoniada por parte de los primeros testigos en las Sagradas Escrituras (en tanto es una teología bíblica) y escuchada y predicada por parte de la comunidad (en tanto es una teología de la iglesia también). Barth enfatiza la importancia de la historia de Dios con su pueblo Israel y con la humanidad como parte indespensable de la teología la cual se puede hacer solamente partiendo de la palabra de Dios.
Me parece muy importante el énfasis que Barth pone en la palabra de Dios. Su aprecación tanto de la historia que Dios lleva con su pueblo y toda la humanidad como de las Escrituras que nos hablan de esta historia me parece muy correcta, sobre todo en su acento en la conexión del Primer y el Nuevo Testamento (porque se perdiría mucho e incluso el sentido de toda la historia dejando al lado más de 50 % de la biblia). Además me gustó mucho que Barth vea el lugar de la teología en la comunidad cristiana y habla del llamado a ser teolog@s tod@s l@s miembros (no es receptivo el cristianismo).
Lo que me faltaría todavía en su exposición de la teología sería por ejemplo una reflexión más profunda sobre el tema de la alianza de Dios con su pueblo Israel y la relación de esto con el cristianismo y el actuar de Dios para con la humanidad. También habría que preguntar si Barth no se concentra demasiado en la palabra ya pronunciada de Dios y si la esperanza eschatológica no tendría que acentuarla más profundamente también.

Hendrik Meier

 

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